martes, 10 de junio de 2008

Miembros y Miembras

¡Tiene huevos (y huevas) la expresión de la Ministra! Si bien resulta legítimo hablar de un Consejo de Ministros y Ministras -aunque se podría hablar de un Consejo Ministerial, y punto-, parece un exceso hablar de los "miembros y miembras de esta comisión". Y no sólo es un exceso, sino una imbecilidad supina, que podríamos visualizar llevando el caso al extremo, donde mejor se ven las cosas, y cosos, ¿verdad? Para ello, y para ella, vean la entrada publicada en este mismo blog hace unos días, donde Albacete y Albaceta quedan a la misma distancia kilométrica del toro y la vaca de Osborne. Mi sugerencia es que, más allá de prácticas filo-fascistas (que siempre se inician con una regeneración lingüística), se dediquen a dotar de medios y medias profesionales y profesionalas a los servicios de Atención a la Mujer víctima de violencia: hace dos semanas que intenté que una de ellas fuera atendida, por mujeres trabajadoras sociales, y ni un intento de suicidio sirvió para que las avezadas defensoras de los derechos de éstas tomaran cartas en el asunto y se dignaran a tratar su caso con la profesionalidad debida. Salvo una, que no es de la misma cuerda y se lo pedí yo, un hombre. Esperemos que el cargo de esta Ministra no se quede reducido al de un florero y florera.

1 comentario:

catarsis dijo...

Aunque las palabras se necesitan para expresarse, al menos verbalmente, siempre nos encontramos con un nutrido club de estúpidos y estúpidas, yo creo que la estúpidez seguramente será gualitaria,(je,je) que confunden la palabra con la actitud, con los hechos. ¡Cuanto puto machista o puta femenista! habla en foros de igualdad y luego en el trabajo o en la casa, hace aguas de contradicciones.....en fin, que el despotismo ilustrado, también usa términos no sexistas......será una cuestión de neuronas y ¿neuronos?