viernes, 16 de enero de 2009

Gervasio Sánchez: censura democrática


Hoy en día no es necesario del censor franquista, armado de tijeras y mala leche: ¡Para eso tenemos a los medios de comunicación! Qué graciosa y pestilente paradoja, esos voceros de la verdad, corporativa y mediática, encaramados a su tribuna de defensores de la muerte ajena, tal vez no física, pero qué mas da: la carroña, física o simbólica, huele a muerte.

Eso es lo que han decidido hacer con su propio compañero, Gervasio Sánchez, a quien han censurado por no alabar a los poceros de las armas de destrucción masiva. Armas que, curiosamente, sabemos que no estaban en Irak, sino en España, EEUU, Francia, Alemania... Pero bombardeamos a otros con esa excusa. Somos acojonantes: demócratas y crisitianos, como cantaba La Polla Records... Somos una mierda, democrática eso sí, pero una mierda que huele a muerte.

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